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Del archivo encontrado al encuentro del tren

Fotografías de Raquel Santos Ascarza

Texto: Pía Argagnon Ocampo - Rodrigo Salinas Muñoz

El 2007, en la primera etapa del proyecto El Pimiento, emprendimos una recopilación fotográfica que llamamos Memoria Visual, con la idea de generar una galería de imágenes que fuera construida en forma colectiva. 

 

El material recopilado provenía de distintas familias, organizaciones sociales y algunos registros de actos oficiales, entre las que se encontraba una serie de imágenes de una concurrida ceremonia en la entrada de la estación de trenes y un desfile cívico en torno a la plaza Manuel Rodríguez. Lamentablemente, en ese momento no contábamos con información en torno al motivo del acto ni su fecha, ni tampoco sabíamos quien había tomado esas fotografías, razón por la cual decidimos no publicarlas en el sitio. 

 

Al poco tiempo incluimos una de estas imágenes en la exposición “Memoria Visual” que realizamos en un aniversario de la comuna, pero la mayoría de éstas continuaron en el olvido. Aun así, estas fotografías mantuvieron vivo nuestro interés por reconstruir esta historia y, sobre todo, conocer a su autor o autora, ya que nos asombraba el dominio de la técnica fotografica, la composición y el uso del formato de medio cuadro, a diferencia del grueso del archivo recopilado que había sido registrado en cuadro completo de 35mm.

 

Años más tarde, momento en que El Pimiento se encontraba en receso, supimos que esas fotos eran parte del archivo de la Familia Santos Ascarza, conocidos inmigrantes españoles avecindados en Llay-Llay en los albores del Siglo XX y dueños del negocio ubicado en la esquina de Antonio Varas. Dicho inmueble había sido adquirido a mediados de la década del 2000 por el municipio, con el fin de convertirla en oficinas públicas, siendo vendida a puertas cerradas con todo lo que había en su interior ya que sus herederos vivían fuera del país y perdieron todo vínculo con la ciudad. Y un último dato importante, todo indicaría que las fotografías fueron tomadas por una de las hijas de la familia, Raquel Santos Ascarza, de profesión médica anestesista y aficionada a la fotografía.

 

Al reimpulsar nuestro sitio web nos reencontramos con el archivo recopilado, apareciendo aquellas fotografías olvidadas de la estación, aunque esta vez notamos que en ellas había una pieza clave en este rompecabezas: en una imagen puede apreciarse una locomotora con la inscripción Centenario. Este dato nos llevó al blog de Alex Aguilera Quintana, quien reprodujo un artículo llamado “El Tren del Centenario” que apareció en el número 350 de la revista “En Viaje”, publicada en 1963[i], donde se narraba a modo de crónica el acto de conmemoración del Centenario del Ferrocarril Santiago – Valparaíso, inaugurado el 14 de septiembre de 1863, donde se puede leer: 

 

“Fue un día de fiesta para Llay-Llay este aniversario. El 14 de septiembre de 1863 se juntaron en Llay-Llay dos trenes, uno de la capital y otro del puerto, que unidos en este pueblo cerraron definitivamente el eslabón que comprendía toda la línea de este ferrocarril. En esa oportunidad hicieron uso de la palabra, celebrando este acontecimiento, el Presidente de la República don José Joaquín Pérez, Ministros de Estado y el propio [Enrique] Meiggs[ii]. Cien años más tarde lo haría el actual Director de la Empresa de los Ferrocarriles del Estado (de la época), don Edmundo Bertín Rodríguez, quien en uno de los acápites de su discurso manifestó: “Este ejemplo ha sido y será para todas las generaciones de ferroviarios una demostración tangible de lo que se puede lograr cuando la voluntad se abraza íntimamente a los ideales de hombres progresistas”.

 

“También hizo uso de la palabra en Llay-Llay el primer regidor señor Juan Lahsen a nombre de la Municipalidad y el Jefe del Departamento de Vía y Obras, señor Juan Meyer, quien rindió homenaje al trabajador de la vía, procediendo después a un desfile en el que participaron cuerpo de bomberos, cruz roja, colegios públicos y privados y grupos de huasos”.

 

“La nota más pintoresca y evocativa fue la llegada del tren del Centenario a Llay-Llay con sus diminutos vagones arrastrados por una Locomotora tipo “Copiapó” que echaba espesa humareda. Del convoy empezaron a bajar damas antiguas, caballeros con sombrero de pelo, todos con una serie de atuendos de la época. Un conductor de abundantes patillas, con levita y de chaleco con gruesa cadena de plata, ayudaba a bajarse a las damas. Un nutrido grupo de curiosos rodeó entonces el Tren Centenario y subía y tocaba los coches como si estuviera palpando de nuevo el pasado”.

 

Este relato fue clave para reconocer a qué hecho pertenecían las fotografías, pues coincide perfectamente con las acciones retratadas en la serie. Así, hoy 14 de septiembre, hemos querido traer a la luz estas imágenes con motivo del 157° aniversario de la inauguración del trayecto que unió Santiago con Valparaíso, hecho que coronó a la ciudad de Llay-Llay y su estación ramal como el ícono de esta trascendental obra. Además, en el presente estas imágenes adquieren mayor sentido en relación a la sentida demanda local por la recuperación del ferracorril como medio de transporte, como si nuestra memoria nos susurrara aquellas cosas del pasado que no debimos olvidar. 

 

Sin duda el camino de estas fotos y el resto de la obra fotográfica de Raquel no han terminado su peregrinaje y continúan sin revelarse aún en su total dimensión. Lamentamos profundamente que las fotografías, libros, documentos y tantos otros objetos personales de la familia Santos, quienes además tienen entre sus miembros a José Manuel Santos[iii], no fueran debidamente resguardados por el municipio, habiéndose desperdigado con el viento que nos azota incesantemente. Aun así mantenemos firme nuestra esperanza que en algún cajón escondido surjan otras piezas que nos ayuden a reconstruir lo que fuimos, no con la mirada estática de una postal, sino con óptica del presente que nos impulsa a construir futuros y realidades diferentes, posibles y necesarias. En el intertanto, les invitamos a conocer la obra de Raquel, cuyo trabajo forman parte de nuestro patrimonio, así como la visión de aquel campesino que ofreció sus versos al público aquella mañana de septiembre de 1963.

 

“Mientras la comitiva almorzaba en la hostería de Llay-Llay, se ejecutaban diversos números folclóricos y se escucho la voz de un hombre auténtico de nuestros campos, Atilio Cassi Carvajal (Ciriaco Pedernal) quien dijo, entre otros versos que fueron muy celebrados, el siguiente:

 

"Ha pasado más de un siglo

como debimos saber

del día que regocijo

en que Chile vio correr

con su penacho encendido

al gran gigante del riel;

marcando gloriosos destinos

ignorados esa vez;

pero que hoy si han cumplido

de la manera más fiel”.

 

[i] El Tren del Centenario, Revista “En Viaje” N° 360 (Oct. 1963) Pág. 34, 35, 36. Disponible en: http://gigantesdevapor.blogspot.com/2008/01/el-tren-del-centenario-el-14-de.html?m=1

[ii] Ingeniero norteamericano encargado de la obra, cuyo punto más emblemático fue la construcción del tramo correspondiente a la Cuesta de Las Chilcas, razón porque la estación que ahí se ubicó fue rebautizada con su nombre.

[iii] Sacerdote que presidiera la Conferencia Episcopal de Chile y el Consejo Episcopal Latinoamérico, quien además fuera un férreo defensor de los derechos humanos durante la dictadura militar. José Manuel Santos falleció un 14 de septiembre del 2007, fecha que lo reencuentra con su ciudad natal.

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