Cosas de sangre
El despertar ya es incierto
tu ánimo fluctuante
se alimenta de violencia.
Tu sangre ya escogió,
quizás hace rato,
yo no me di cuenta.
Despertó el rencor, la frustración
la rabia de sentirse violentado.
Me la comunicas desde temprano,
a veces desde la madrugada,
yo ya la tengo clara
pero defiendo con garras de águila
esa cima de calma
nevada o soleada
que me permite abrir mis alas
o posarme en un pico desde el cual soñar.
Veo peleas, enredos,
veneno e injusticias.
Las tengo estudiadas,
pero mi sangre ya escogió,
quizás hace rato,
yo no me di cuenta.
Despertó la comunidad, la contención,
la medicina y el Arte
como medios de resistencia.
Y se ancló al deseo de danzar con la Ñuke Mapu
con el canto de la lucha hermanada.
Se prometió no borrar
el derecho a sonreír.
Te la comunico desde temprano,
no nos entendemos
y nos distanciamos.
Tú al encuentro de tu canto
con ojos enrojecidos,
y yo, y yo…
cómo me gustaría que no me afectara,
pero debo recomenzar
aún con los brazos cansados
y la mente desbordada.
Debo recomenzar
pues me prometí un día
por mí y por todas mis compañeras
y mis relaciones,
que nada me nublaría
mi derecho de vivir en Paz
aunque sea en esta deshumanidad.